miércoles, 25 de septiembre de 2013

No dejes de bailar

Recientemente me han regalado un disco (una seguidora del blog) grabado en 2009 por la Orquesta Nacional de Jazz e interpretado por Natalia Farrán que me ha llenado de ideas para este blog. El disco es un homenaje a la igualdad en todas las canciones que se interpretan y ha sido patrocinado por la Federación de Mujeres Progresistas y Paradores. Es una delicia, por eso os lo recomiendo, no solo porque encontramos un montón de canciones maravillosas, sino por la dulzura de la voz de Natalia Farrán que las interpreta y las comenta.

La primera canción del disco se titula No dejes de Bailar y cuenta la historia de una mujer que en los años 20 rompe con el patrón establecido para su época y sale de su casa en Salamanca para bailar por todo el mundo y, ni siquiera el amor es capaz de parar sus ganas de ser libre y hacer lo que le gusta, bailar. Seguro que una vez que la oigáis no podéis dejar de tararearla.


No dejes de bailar

Natalia Farrán, 2009

http://www.elmundo.es/especiales/2010/07/cultura/jazz-contra-el-maltrato/


Os voy a contar la historia
de una chica especial
si no me falla la memoria
vale la pena esperar al final.
Quiere irse de su casa
¡qué revuelo va a causar!
Años 20 Salamanca
¡ya os podéis imaginar!
Quiere ser independiente
todo el mundo habló y habló
el honor de Mimi Sánchez
¡Ay que ver señor, señor!
Mimí y su maleta terminaron en París
se cortó la cabellera y encontró donde vivir
Mimí escribía durante el día y bailaba en un cabaret
y bailando y escribiendo pasó un año y dos y tres.
Conoció a un muchacho apuesto
le gustaba de verdad
pero el muchacho dijo esto: 
¡Mimi deja de bailar!
Deja de bailar
Deja el cabaret
No pertenezco así que vete y déjame
No dejo de bailar
No dejo el cabaret
No te pertenezco así que vete de una vez.
Mimí dejó al muchacho con gran pena en el corazón
a lo largo y a lo ancho medio mundo recorrió
bailó en Egipto y para el Sultán de Brunei
Danzó con siete velos en Persia y Marrachesh
bailando se olvidan las penas y ella era feliz así
mejor sola dice el refrán
mejor es reír que llorar
pasó el tiempo y nuestra heroína volvió a París a descansar
allí encontrose aquel muchacho que la quiso esperar
Oh lala Mimí.
Por fin he comprendido libertad individual
seas mujer o seas hombre
es algo que hay que respetar.
Aquí termina este relato
y le queremos desear
que hayan pasado bien el rato
y nunca dejen de bailar.
No dejes de bailar
No dejes de bailar
No dejes de bailar
Nunca dejes de bailar
No dejes de bailar
Nunca dejes de bailar.